Estudio Seguridad Vial DGT

Consejos Sobre Seguridad Vial

La Dirección General de Tráfico realizó un reciente estudio en el que establece una estadística sobre tipos de accidentes en los que un ciclista se ve involucrado mientras circula por carretera. Partiendo de estos datos, intentaremos ofrecer unos consejos con el fin de que estas cifras no se incrementen más.

Este estudio ha sido elaborado por la Subdirección General de Investigación y Formación Vial, con el número 99-IA-3, y aporta datos interesantes que pasamos a analizar:

  • El accidente más frecuente es causado por una colisión fronto-lateral (28,6 %)
  • Le sigue la colisión lateral (24,8%)
  • A continuación, accidente por alcance (24,4%)
  • Colisión frontal (6,7%)
  • Vuelco (4,2%)
  • Salida de la vía (2,9%)
  • Otros (8,4%)

En estos datos no se especifica la forma en que se produjo el accidente, por lo que resulta imposible averiguar quién fue el responsable.

Sin embargo, ayuda bastante a “presumir” esta responsabilidad si atendemos al tipo de vía en el que tuvo lugar estos siniestros.

Por ese motivo, el estudio indica que los accidentes fronto-laterales y la casi totalidad de los frontales se han dado en carreteras estrechas sin arcén, aunque existe la paradoja de que, en vías con arcén suficiente y con más de siete metros de anchura, ha existido un preocupante número de colisiones fronto-laterales. En carreteras estrechas, se suelen producir en zonas con abundantes curvas, sobre todo descensos, pues ambos vehículos, bicicleta y automóvil, tienden a recortar más allá de lo aconsejable. En cambio, en carreteras anchas, el accidente es causado por vehículos que adelantan en sentido contrario y acaban por echar de la carretera al ciclista.

Lo que sí resultan concluyentes son las cifras debidas a los alcances: La inmensa mayoría de ellos tiene lugar en carreteras de más de siete metros de anchura y con arcén suficiente superior al metro y medio de ancho. Y, a mayor abundancia, el ciclista circula en solitario en un porcentaje superior al 80%. No hay que ser muy brillante para deducir la culpabilidad exclusiva del vehículo que provoca este atropello, pues, además, el hecho de circular en grupo y en paralelo disminuye sensiblemente el riesgo de accidente. Aunque actualmente está prohibido, esperemos que esta situación dure poco tiempo. Hay que ser muy obtuso, o muy “políticamente interesado” para no darnos la razón cuando exigimos poder circular en paralelo, sobre todo cuando las estadísticas oficiales de la propia DGT ofrecen datos concluyentes.

La colisión lateral se produce cuando alguien no respeta una prioridad de paso o procede a un cambio de carril arrollando a otro vehículo. El estudio concreta que el mayor número de accidentes debidos a este tipo de colisión ocurren en carreteras sin arcén o con arcén estrecho, siendo casi inexistentes cuando éste supera el metro y medio de ancho. Aquí no nos atrevemos a señalar quién suele cometer mayores infracciones, pues puede ocurrir que el ciclista trate de entrar en una carretera mientras se le aproxima otro vehículo de modo que, existiendo arcén ancho, sea evitable la colisión ya que el conductor de bicicleta no ha de ocupar la calzada; o puede ocurrir que la causa del impacto se deba a que el vehículo a motor “asoma el morro” sin posibilidad de que el ciclista lo esquive si la vía por la que circula carece de arcén ancho.

La baja siniestralidad debida al resto de las causas viene a acabar con esa “leyenda negra” del ciclista que nos acusa de “conducir a lo loco”, pues este tipo de accidentes ocurre habitualmente sin la concurrencia de otro vehículo.

Consejos

  1. En carreteras estrechas circula con la máxima alerta. Has de saber que el peligro viene más de frente o por los lados que a tus espaldas, por lo que evita lanzarte a tumba abierta en los descensos. No te confíes pensando en que hay pocos coches, pues es precisamente en estas carreteras tan poco transitadas cuando resulta imposible reaccionar al encontrar a un vehículo por mitad de una curva. Además todos tenemos la experiencia de habernos cruzado con el típico niño de papá que se cree en una prueba del mundial de rallies. En caso de accidente, además, siempre se comparten culpas cuando el ciclista recorta curva, pues no olvidemos que no solo nuestras dos ruedas marcan el lugar por donde circulamos, ya que, con la inclinación de nuestro cuerpo en la curva, desplazamos volumen hacia el centro de la calzada.
  2. Atentos a los que adelantan en sentido contrario. Nunca permanezcáis mas tiempo de lo imprescindible sin dejar de mirar a lo lejos de la carretera. Esos segundos comprobando el cuenta kilómetros, recogiendo las botellas para beber, verificando el desarrollo, etc., pueden dar tiempo a que cualquier desaprensivo inicie por el carril contrario una maniobra de adelantamiento, invada el nuestro y provoque una situación de enorme riesgo. Si nos encontramos en esa tesitura, mantener ante todo la calma e intentad calcular si el energúmeno en cuestión puede pasar sin colisionar con nosotros aún mínimamente. Si el choque fuera inminente, arrojaos fuera de la carretera, pues es mucho más peligroso un proyectil de más de una tonelada de peso lanzado contra nosotros a elevada velocidad, que una caída en la cuneta aunque exista un barranco.
  3. En las incorporaciones a otras vías, respetad escrupulosamente la prioridad de paso en el caso en que sea establecido. No asoméis el morro, y cuidado con confiaros en los arcenes anchos de la carretera a la que pretendéis acceder. Lo mejor es que entréis cuando no exista ningún vehículo que pueda golpearos.
  4. Salid siempre que podáis en grupo, y, aunque esté prohibido, aprended a circular en paralelo por aquellos tramos en los que aporta una mayor seguridad: Cuando se facilita ser vistos en la carretera. Por ello habrá que colocarse en fila de a uno en zonas reviradas, cambios de rasante, etc. Y, por supuesto, sed educados y facilitar el adelantamiento a quienes circulan detrás de vosotros. Sed conscientes de que “paralelo” no significa ocupar toda la calzada, sino lo imprescindible para que, aquellos que nos quieran adelantar, deban efectuar la maniobra respetando el metro y medio mínimo de separación lateral, además de forzarles a reducir la velocidad.
  5. Siempre mantened las cubiertas en perfecto estado, desechando aquellas que están desgastadas o dañadas. La presión ha de ser revisada con frecuencia, y el material en perfecto estado de uso. No ahorréis pesetillas que luego pueden salir carísimas en caso de accidente por causa del mal estado de la bici. Y recordad que tenemos entre manos un vehículo, no un juguete, por lo que, si vamos a circular por carreteras, es inexcusable que el material tenga un mínimo de calidad.